SOCIEDAD TEOSÓFICA - NUEVA ACROPOLIS - FUNDACIÓN SOPHIA

Orígenes de la Fundación Sophia. Más allá del mito.

(extraído de la página www.fundacionsophia.mx)
Pertenecí por 23 años a lo que hoy se conoce como "Fundación Sophia", excisión de Nueva Acrópolis, una organización mundial que a su vez surgió de la Sociedad Teosófica. Tras dejar de estar integrado al grupo, muchas eran las preguntas que surgieron en mí, pues es habitual que la historia quede excesivamente envuelta en el mito cuando la realidad no alcanza, y este es peligroso instrumento si se coaliga con la mentira. Algunos puntos de las narraciones que cada uno de los movimientos enunciados cuenta sobre sus orígenes no cuadran con lo ocurrido y mueven a la curiosidad a aquel que realmente busca respuestas. Intenté entonces surcar las lagunas de partes ocultas, visiones parciales y tergiversaciones de la realidad, nunca con mala intención, si no con la natural necesidad de completar mi propia memoria. Como ya he dicho, fueron más de 23 años de pertenencia y entrega a un movimiento del cual ignoraba parte de su indentidad y como decía García Marquez:

«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla»

El objetivo principal de escribir este capítulo del blog es exponer nuestras averiguaciones con respecto al nacimiento de la Fundación Sophia, más allá de lo que nos han contado. Otra intención de hacerlo es que pueda servir de guía a quienes estén como yo en busca de respuestas, estén dentro, hayan pertenecido o no a la organización. En las líneas que siguen, hay investigación y vivencias propias que, difuminadas por la "mitología" de los relatos particulares de cada grupo, precisan tomar forma buscando una visión lo más objetiva posible. Ni mucho menos creo tener todas las respuestas, por eso escribo en forma de blog, y sólo pensar en recibir aportaciones fidedignas que pudieran reconstruir mejor el puzzle me llena de entusiasmo. Abajo en los comentarios puedes hacerlo. 

He de decir, para terminar esta introducción, que pregunté sobre algunas incognitas que aparecían en mi camino a los responsables de Nueva Acrópolis (a través de uno de sus miembros) y que no respondieron. Me encantaría cenar algún día para preguntarles tantas cosas. Además accedí a documentación publicada por parte de la Sociedad Teosófica y conozco, de primera mano, la historia de la Fundación Sophia en todo aquello que voy a contar, por lo menos hasta el año 2015. Por tanto, humildemente, soy una fuente "confiable". Invito de nuevo a unos y otros a aclarar cualquier punto en el libro de visitas.

EL COMIENZO DE LA HISTORIA

En el año 1875, depués de varios intentos, Helena Petrovna Blabatsky, junto con el Coronel y periodista Henry Olcott, fundan "The Theosophical Society"; una organización que tendría gran repecusión en la investigación de la sabiduría antigua. Fue poco aceptada por el grueso de la sociedad occidental que la rechazó por falta de "rigor académico" y "credibilidad científica", pues sus investigaciónes iban más alla de los campos establecidos por la corriente materialista imperante. Tras la muerte de sus fundadores y diversas controversias internas, destaca la dirección de Annie Besant  (de 1903 a 1933). Aunque sería un tema interesante a desarrollar, no es objeto de este artículo exponer el desarrollo de la Sociedad Teosófica, pero sí es claro que para los millones de personas interesadas en la Sabiduría de los antiguos pueblos del mundo, sus aportaciones cambiaron la forma de pensar del siglo XX y de ella surgieron multitud de movimientos que todavía hoy difunden sus ideas y conclusiones de estudio por gran parte del planeta. 

A mediados de los cincuenta, Ada Albrech y Jorge Angel Livraga Rizzi, eran una pareja Argentina que participaba en la actividad de la Sociedad Teosófica de aquel país. Dentro de la organización formaron a jóvenes Teosophos en la ciudad de Buenos Aires. Parece ser que en un momento dado pensaron que la S.T. había perdido sus raices, se había corrompido y ya no guardaba la esencia impulsada por su fundadora, Madame Blabatsky. Así en 1957, junto con el grupo de estudiantes que les seguían, y tras perder algunos enfrentamientos legales provocados por el intento de crear una "Sociedad de Teosofía Argentina" por su cuenta, se fundó Nueva Acrópolis. A partir de ese momento, N.A. seguiría sus porpios derroteros separada de la S.T. Esta última se desvinculó inmediatamente de los destinos que a partir de ese momento guiarían a Ada, Jorge y compañia.

El mito que se creó y que se cuenta todavía hoy en día en la organización Nueva Acrópolis matiza esa fundación con algunos datos interesantes para nuestro estudio. En primer lugar, parece ser que Sri Ram, presidente de la S.T. por aquel entonces, le indicó directamente a JAL (Jorge Ángel Livraga) que fundara un nuevo movimiento, puesto que "la Sociedad Teosófica estaba ya vieja y corrompida y hacía falta una renovación". La prueba que se dá de la realción de Sri Ram con JAL es una fotografía en la que aparece en la parte exterior de un coche. Sri Ram de fondo, sentado en el interior, mira al frente y al vacio mientras el jovén discípulo, J.A.L., da el frente a la camara a modo de una selfie actual. Esa fotografía, según algunos, fue realizada en le Paseo de la Reforma de la Ciudad de México en una visita del presidente de la S.T. para dar unas conferencias. Sea como fuere, para los grandes dirigentes de Nueva Acrópolis, la foto que tienen o tenián sobre su escritorio es un testimonio de legitimización por parte la tradición y la "cadena discipular" para el nacimiento de Nueva Acrópolis y que, por supuesto, elimina cualquier sombra de conflicto en la creación de la escuela del "hombre nuevo". Destaco este dato porque muchos detalles se repiten después en el nacimiento del Centro de Estudios y Fundación Sophia.

EL MITO: JAL recibió el mandato de los maestros de sabiduría via Sri Ram para crear un movimiento nuevo y renovado, vendío lo que tenía y dío comienzo, en solitario a Nueva Acrópolis.


COMPLEMENTANDO LA REALIDAD: JAL no estaba solo, su pareja, Ada, le acompañó y fue protagonista en igualdad de la creación de Nueva Acrópolis. Las desavenencias con la Sociedad Teosófica en Argentina le obligaron a crear algo nuevo para poder seguir enseñando y expandir su movimiento. 

Nueva Acrópolis siguió su camino con Ada y JAL al frente y esos fueron años de muchas victorias y expansión, tanto en latinoamérica como en Europa, donde se alcanzó gran éxito en Francia y España. También llegaron los primeros problemas con la prensa tras las acusaciones de filonacismo, secta, paramilitares, etc., aunque la verdad, por lo menos cuando estuve, no era para tanto. Según nos contaban en los 90's los hoy presidentes de la Fundación Sophia y directores entonces de la sede de N.A. en Palma de Mallorca, la iglesia y los poderes fácticos se ensañaron con el movimiento porque no les interesaba que las ideas de N.A., que estaban destinadas a cambiar el mundo, se extendieran en la sociedad.  

Delia Steinberg Guzmán, uno de aquellos jóvenes de Argentina, aunque no sé si estaba en los inicios de N.A. pues tenía a penas catorce años en 1957, fundó en 1972 Nueva Acrópolis España, en un acto de valentia y audacia. Aquel mismo año, o uno después, llegaría a Francia con apenas 22 años Fernando Schwarz y junto con ella y otros "discípulos argentinos" harían crecer el movimiento en Europa de un modo paulatino hasta desbordar el entusiasmo de sus fundadores y maestros.

¿Qué pasó con Ada Albrech?
Pocos son los miembros de Nueva Acrópolis que conozco, desde 1991 hasta hoy día, que sepan de la existencia de esta co-fundadora del movimiento, pues se aplicó hacia ella una damnatio memoriae de eficacia increible. Se dice que en el año 1981, en la reunión internacional celebrada en Roma, 24 años después del inicio de N.A., J.A.L. anunció a todos los presentes y con toda la "oficialidad" posible, la expulsión inmediata de Ada Albrech y la prohibición de que se practicara el mando conjunto de hombre y mujer dentro del Nueva Acrópolis, tal y como habían venido haciendo ellos desde 1957. Evidentemente, las causas reales de esta separación personal las deconocemos y, excepto que alguno de los que saben hable, no creo las averigüe jamás por mis medios. Lo cierto es que la división de Nueva Acrópolis fue, como siempre es, un tema personal. ¿Quién me iba a decir que aquello de que "no puede haber mandos conjuntos" afectaría directamente a nuestras vidas?


Ada, una mujer con el mismo carisma que Jorge, fundó "Hastinapura", una organización que todavía continúa su acción, sobre todo en América Latina. Fuerte en la parte académica desarrolló en los 24 años que trabajó en Nueva Acrópolis gran parte de las cátedras que componían su programa de estudios. Ella fue la creadora del famoso temario de "psicología discipular" que aún cursan muchos de los miembros de N.A. y que en Fundación Sophia ha pasado a llamarse "psicosophia". La labor de su organización se vería más marcada por el orientalismo, en su cariz de espiritualidad, que por la militancia y el trabajo voluntario por los que destacó N.A.


                   Símbolo inicial de Nueva Acrópolis

                          Símbolo de Hastinapura

La Fundación Sophia surge de Nueva Acrópolis.
Para continuar nuestra historia volvamos a España, concretamente a la ciudad de Valencia. Poco después de la separación de Ada y JAL, y el consiguiente "trauma" que esto implicó para N.A., llegaron a la sede de esa ciudad levantina H.G.F. (Herminia Gisbert Ferrer) primero, y J.V.R. (Francisco Javier Vilar Rodríguez) más tarde. Ellos serían los creadores y actuales presidentes del Centro de Estudios Sophia y Fundación Sophia. Me dijeron los años exactos en que se conocieron y cada uno entró en N.A., pero no los recuerdo y no es momento para ir a preguntarles exactitudes ahora. H.G.F. era una madre muy jóven con dos hijos y su pareja, Victor Martínez, también militaba en el movimiento. J.V.R., por su parte,  era hijo de una familia bien posicionada.

 

H.G.F. y J.V.R., efectivamente se enamoraron con la evidente tormenta emocional que eso supuso para los tres: el padre de los niños y los amantes. Aproximadamente en el año 1986, después de los problemas personales por el romance entre ellos y con un ambiente enrarecido en la micro sociedad que suponía N.A. Valencia, se vieron forzados a emigrar a Madrid, donde desde aquel momento, no sólo colaborarían activamente en las actividades de la sede central de España, si no que estarían a un paso del despacho de J.A.L y de Delia, máximos responsables de la OINA (Organización Internacional Nueva Acrópolis).

EL MITO: Javier y Herminia se reencontraron en esta vida y decidieron ir a Madrid, con los maestros de N.A. para formarse y seguir su destino, fundando un escuela de filosofía a la manera clásica en Palma de Mallorca.

 

COMPLEMENTANDO LA REALIDAD: Javier y Herminia se enamoraron, ella se separó de su entonces marido y por las presiones de sus compañeros y jefe de filial en N.A. Valencia tuvieron que emigrar a Madrid obligados por las circunstancias.


Según mi recuerdo (puedo no ser exacto), pasaron poco mas de 2 años hasta que por fin les fue concedido aquello que la pareja buscaba para sí desde antes de pisar la sede central de Madrid: poder fundar Nueva Acropolis en algún lugar de España que todavía no estuviera "conquistado". Javier Vilar, Herminia Gisbert y sus dos hijos, niños aún, junto con un joven aprendiz nacido en la Isla de Formentera, Antonio Marí, se embarcarían a crear la sede de Nueva Acropolis en Palma de Mallorca. 

El primer sitio donde desarrollarían sus actividades mantendría oculta su identidad durante los primeros tiempos debido a la mala prensa ya mencionada. Esta "sede oculta" estaría en la calle Marqués de Fuensanta de la capital mallorquina. Un año más tarde, con parte de la herencia recibida por J.V.R. de su padre, lograron lo suficiente para dar el inicio de una hipoteca, adquiriendo un piso en la Calle Rubí, 8, la que sería la sede oficial, ahora sí, de N.A. en Palma de Mallorca y donde llegaríamos muchos de los protagonistas de la historia de los primeros años de Centro de estudios Sophia y Fundación Sophia.

Esto ocurría en el año 1989-1990. El que escribe conocería N.A. y a sus dirigentes en Palma de Mallorca, Herminia y Javier, en julio de 1991. A partir de ahora mi fuente soy yo mismo, antes, lo que me contaron. Durante varios años se trabajó constantemente en la restauración de aquella casa en el tercer piso cerca de la Plaza Mayor de Palma. Los momentos más duros fueron los años '90 y '91, pero pude vivir muchas jornadas de trabajo que iban desde las 18:00 horas hasta altas horas de la madrugada y a un ritmo incesante. Gracias a las cuotas que pagábamos, las donaciones que hacíamos y el trabajo que desempeñábamos como voluntarios (discípulos) de Nueva Acrópolis se consiguió, repito, por el esfuerzo y el convencimiento de todos, que aquella ruina se revalorizara y en 1996, con cuarenta miembros en la sede de Palma, aquella propiedad se vendería por seis veces más de lo que se compró y pagamos todos. Tengo las cifras pero quiero ser cauto ante posibles implicaciones legales y no las publico.

Con el dinero recaudado por la venta de calle Rubí se adquirió una finca de tres niveles en la calle Jaime Ferrer, 3 de la ciudad mallorquina. ¿Qué en qué estado estaba la casa? completamente devastada por los años de no usarse y con la necesidad urgente de restauraciones, pues se encontraba en peligro su integridad estructural. A partir del año 1996 hasta principios de 1998 la actividad principal de los "acropolitanos" en Palma de Mallorca fue la reconstrucción y el trabajo duro e incesante para rehacer esa nueva propiedad adquirida con la venta y con los créditos que algunos de los miembros tuvieron que solicitar a sus bancos para completar las cantidades de la compra y restauración de la misma. Pero esa iba a ser teóricamente, la nueva sede de N.A. y nuestro lugar para "expandir el ideal". Durante esos dos años las jornadas de trabajo se alargaban siempre hasta altas horas de la noche. Dormíamos mal, comíamos peor y dedicábamos toda nuestra energía a un proyecto en el que queríamos creer a cualquier precio porque hubiera sido hermoso. 

Hago aquí un paréntesis para que el lector se pregunte: ¿a quién crees que pertenecía la primera casa, la de la calle Rubí? Sí, estaba escriturada a nombre del matrimonio Vilar, pero... ¿quién la había pagado y reconstruido? Respondiendo esto podrá contestar... ¿quién compró entonces la casa en ruinas de Jaime Ferrer, 3 en la Lonja de Palma de Mallorca, que es la actual sede central del Centro de Estudios Sophia y la Fundación Sophia y que costó sobre escritura un 60% de lo que se había sacado de Rubí, la primera propiedad? ¿Dónde quedó el restante 40%?Las hipotecas de las dos casas se habían pagado con las cuotas, las donaciones y el trabajo para sacar recursos que hacíamos los Voluntarios de Nueva Acrópolis, todo ese empuje e "idealismo" era por el proyecto y motivaciones venidas de las doctrinas de N.A. Sí, ya sé, que inocentes, pero creíamos en lo que hacíamos y en la gente con los que lo hacíamos. Esto será importante para entender mejor el "complemento a la realidad" de la excisión de la sede de N.A en Palma de Mallorca en 1998.

En el verano de 1997, ya avanzada la obra, por lo menos en lo que iba a ser la parte pública, yo mismo coloqué la placa de "Nueva Acrópolis" en la puerta de entrada de la finca, en preparación de la inauguración de la misma. Para ello, Delia Steimberg, ya por entonces Presidenta internacional tras la muerte de JAL en octubre de 1991, y Antonio Alzina, Director Nacional de España, asistieron al acto. En estos días se resolvería la clave principal de los motivos del por qué nos escindiríamos de la organización madre, cómo se haría y cómo nacería Sophia en sus distintas presentaciones como asociación y fundación. 


"No se quedarán con el patrimonio de mi familia".
En los días en que se inauguró la sede de Nueva Acrópolis en Palma de Mallorca, en aquella flamante casa que habíamos restaurado con gran entusiasmo, pasó algo de gran importancia para el futuro de todos nosotros. Como tantas cosas que ocurren en la vida uno no es capaz de ver su significado hasta que agarra perspectiva temporal y espacial de los acontecimientos. Metido en "la burbuja" e inserto en el ritmo frenético de una militancia sin medida hay muchos gestos, frases, comentarios y hechos que no puedes interpretar correctamente por esa misma vorágine de la que hablo. Además, de forma muy sutil y paulatina te vas prohibiendo a ti mismo mirar ciertos detalles que, en circunstancias normales, te harían saltar la alarma de la conciencia y captar el desajuste que en realidad esta pasando. No sé si es complicado pero los que hemos estado en esta situación entendemos perfectamente lo que es eso. La cuestión es que volviendo de uno de los actos con motivo de la presentación de la casa a los máximos dirigentes de Nueva Acrópolis, yo vivía por aquel entonces en el mismo edificio que J.V.R. y H.G.F. y les acompañe a su departamento para ayudarles a llevar algo de víveres. El ambiente era tenso, pero ya estaba acostumbrado a esas cargas psicológicas que constantemente nos hacían estar en vilo, preparados para cualquier cosa. En un momento determinado, y fruto de una conversación que yo no seguia entre el matrimonio Vilar, Javier Vilar dio un fuerte golpe sobre la mesa y dijo algo muy parecido a: "y una P... M... se van a quedar con el patrimonio de mi familia". Si bien llamo mi atención por la virulencia de la expresión lo dejé en el estante más alejado de mi conciencia, pues aquello que no podía analizar me habían enseñado a pensar que no tenía que enfocarlo con el criterio cuando se trataba de los maestros. H.G.F. hizo un gesto rápidamente señalando a mi persona con los ojos, como recriminando al enojado Javier que se expresara tan libremente delante de uno de nosotros. Por increíble que parezca, este suceso no tomaría significado para mí hasta bien entrado el año 2015, 18 años después.

Hacia un inminente escisión.
En el otoño de ese mismo año (1997) fue la primera vez que escuche de J.V.R. y H.G.F. que la situación respecto a Nueva Acrópolis y sus dirigentes estaba muy deteriorada. Para los cursos que cada año se celebraban en un pueblo llamado Chinchilla de Monte Aragón (Albacete-España), donde N.A. tiene todavía una casa para ese uso, se maniobró con planificación para que acudieran dos o tres personas estratégicamente elegidas y las llamadas "Fuerzas Vivas"  de Palma de Mallorca en su conjunto, no se presentarían, pues la escisión se estaba gestando, aunque se quería dar la apariencia de normalidad y se pusieron excusas falsas para justificar la falta. Desde finales de 1997 hasta el 2 de mayo de 1998 se cocinaría la escisión de la que nacería Sophia... pero aún no lo sabíamos. 


Se montó el 2 de mayo. Comienza la concepción del mito.
Durante los meses desde la inauguración de la sede de N.A en verano 1997, hasta mayo de 1998 se fue preparando uno a uno a todos los que pertenecíamos a N.A. en Palma de Mallorca para que estuviéramos preparados y permaneciéramos unidos para lo que se avecinaba. Dese cuenta el lector que para nosotros era muy importante en nuestras vidas todo aquello, le habíamos dedicado una entrega absoluta y una gran dedicación. Poco a poco, por grados se nos informó que N.A. estaba ya muy corrompida, que la sucesión de J.A.L, del que pocas veces se habló mal no había logrado mantener la pureza del ideal y que, por más que J.V.R. y H.G.F. lo habían intentado (en los últimos años habían ostentado algunos cargos internacionales de menor importancia) no habían conseguido reencauzar los destinos de "el Ideal" y que por tanto era necesario "crear algo nuevo". Sí, efectivamente, tal cual los argumentos que 40 años antes habían dado Jorge Ángel Livraga y Ada Albrech para crear "algo nuevo" escandiéndose de la Sociedad Teosófica y llevándose todo y a todos. Así, el viernes 1 de mayo de 1998 se convocó un retiro extraordinario de tres días en un antiguo monasterio en la cumbre de una montaña (El Puig de María en Pollença), para comunicar algo de vital importancia para todos, pero que la mayoría ya sabíamos: nos separábamos de N.A. y Javier y Herminia se iban con todo y con todos. Tenía que empezar la confección del mito que entre otras cosas era necesario que llevara los siguientes ingredientes:

  • La organización madre estaba corrupta y sus dirigentes habían perdido el sentido del honor y la dignidad. Con ello se ponía de manifiesto la imposibilidad de cualquier discípulo, "sano", de seguir sirviendo al Ideal en aquella organización decadente. (N.A. eran malos).

  • Los maestros J.V.R. y H.G.F. habían hecho todo lo posible por enderezar el rumbo del Ideal, pero ante el muy avanzado deterioro de N.A. no habían podido hacer nada. (ellos eran buenos).​

  • La legitimación por parte de la tradición para realizar lo que estaba por realizarse vendría de dos frentes:
    • El Guardian de los Sellos de Nueva Acrópolis, por aquel entonces Horacio Labat. Este era un cargo, digamos "espiritual", dentro de la organización. El guardaba la rectitud y el rumbo más elevado para que no se desviara de los arcanos que se habían marcado en los inicios. Esta persona, según nos contaron, otorgó sus visto bueno, tras reconocer que N.A. estaba deteriorada y comprender que se fuera ha hacer "algo nuevo y renovado". (Cuarenta años antes este papel lo jugó Sri Ram, presidente de la S.T. con J.A.L., co-fundador de N.A., pero no creo que  Delia Steimberg, por aquel entonces directora internacional de N.A. se prestara a una foto.)
    • Un maestro invisible de origen egipcio que habla en sueños a J.V.R., le da enseñanzas y le indica las acciones a acometer con el destino del grupo. (La Sociedad Teosófica ya vivió sus experiencias con respecto a hacer públicos este tipo de "contactos", pero este es otro tema a tratar).

Ya estaban los ingredientes y durante tres días se estuvo hablando y justificando la escisión hasta dejarnos completamente convencidos de la necesidad de emprender este camino. Ojalá alguno de los que estuvo allí me ayudara a confeccionar una lista con todos los argumentos de peso que se nos esgrimieron para justificar aquello y firmar el acta notarial en la que comunicábamos el abandono en masa de todos y solicitábamos expresamente no ser molestados por ningún miembro de N. A. Si alguno lee esto espero se anime y sería un buen trabajo para insertar. Se realizaron suntuosas ceremonias de inauguración y se dio comienzo a un nuevo movimiento... ¡Había nacido Sophia!

Aquí acabamos esta parte. J.V.R. y H.G.F. a partir de este momento eran dueños y señores absolutos de los destinos de la nueva organización y de los casi treinta "discípulos comprometidos", los que participamos en los siguientes años de la construcción de lo que debía ser una organización pura, con altos ideales, que expandiera las ideas de la sabiduría atemporal por el mundo y lograra hacer lo que los otros intentaron, pero sin los fallos que los otros tuvieron. El futuro estaba servido. 

Hay que creer en los Ideales, que sería de nuestro mundo sin ellos ¿Cómo podría el ser humano levantar un centímetro siquiera sus pies de barro del suelo de la cotidianidad animalesca sin los delirios quijotescos que nos infunden los altos Ideales. Aún así, aunque te entregues totalmente, elige bien, se consciente en todo momento de ti mismo, no cambies lo esencial de tu alma y ten presente siempre esta consigna que pronuncio el sabio Caballero de la Triste figura:

"Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro" 

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